Propiedades y beneficios de los Albaricoques
El albaricoquero (Prunus armeniaca), cuyo origen se cree en la antigua Asia, se cultiva intensamente en todo el mundo. Desde su domesticación, sus frutos han sido muy apreciados, no sólo por su valor culinario, sino también por sus increíbles propiedades curativas que los antiguos sistemas de medicina tradicional consideraban dignas de toda nuestra atención. Los antiguos médicos persas y griegos utilizaban las semillas y el aceite de albaricoque para reducir la inflamación e incluso para tratar tumores, entre otros usos terapéuticos.
Albaricoques y amigdalina (vitamina B17)
La medicina moderna ha profundizado en las propiedades beneficiosas para la salud de los albaricoques y, tras intensas investigaciones, ha revelado el potencial nutricional y terapéutico de los frutos, así como los posibles riesgos para la salud. La amigdalina, también llamada laetrilo, un compuesto que se encuentra de forma natural en los huesos de las semillas de albaricoque, así como en los huesos de melocotones y ciruelas y en las almendras amargas, se ha promocionado intensamente como vitamina B17, un nutriente anticancerígeno. Sin embargo, este compuesto no es una vitamina, ni un tratamiento eficaz contra el cáncer, sino un agente altamente tóxico. Comer grandes cantidades de huesos de albaricoque, melocotón o ciruela o almendras amargas puede ser mortal.
✪ Beneficios de los albaricoques

¿Qué aspecto y sabor tienen los albaricoques?
Los albaricoques están disponibles durante todo el verano, a partir de mediados de junio, y algunas variedades maduran hasta el otoño. Los frutos se reconocen fácilmente por su piel de color amarillo anaranjado brillante, con matices rojos irregulares en las partes más expuestas a la luz solar. Dependiendo de la variedad, la pulpa de los albaricoques puede ser de dulce a ácida y la piel de suave a aterciopelada. El olor de la fruta fresca es francamente increíble y su fragancia fácilmente reconocible.
Como ocurre con todas las frutas, se recomienda encarecidamente comer albaricoques frescos, mientras estén en temporada, preferiblemente de la agricultura local y ecológica. No sólo se llenará de energía y disfrutará de un tentempié dulce, refrescante y fragante, pero saludable, sino que también contribuirá a su nutrición para mejorar su salud general gracias al generoso contenido de vitaminas, minerales y antioxidantes de la fruta.
¿Cuáles son los beneficios de los albaricoques?
En primer lugar, los albaricoques son una buena fuente de vitamina C, un antioxidante y antiinflamatorio increíblemente potente. La vitamina C ayuda a reforzar nuestro sistema inmunitario, ofreciéndonos una mayor protección contra los agentes infecciosos. Además de excelentes cantidades de vitamina A, los albaricoques contienen betacaroteno, luteína y zeaxantina (precursores de la vitamina A), que garantizan una visión perfectamente sana. La luteína y la zeaxantina son carotenoides naturales con potentes propiedades antioxidantes que protegen la retina contra los efectos dañinos de los radicales libres de la luz.
Los efectos degenerativos de los radicales libres dan lugar a un estrés oxidativo que, con el tiempo, provoca cataratas o daños en el riego sanguíneo de los ojos, lo que acaba provocando una degeneración macular (pérdida de la visión central). Un estudio realizado sobre 50.000 participantes llegó a las siguientes conclusiones: las mujeres que tomaron suplementos de vitamina A o aumentaron su ingesta de vitamina A a través de la dieta mostraron un 40% menos de riesgo de desarrollar cataratas.
Otras vitaminas presentes en los albaricoques son Las vitaminas del grupo B (tiamina, riboflavina, niacina, ácido pantoténico, vitamina B6, vitamina B9 o folato) y la vitamina K. Las vitaminas del grupo B aseguran la correcta distribución de la energía en todo el cuerpo, mientras que la vitamina K es esencial para la coagulación de la sangre. Aunque sólo se encuentran en pequeñas cantidades, los minerales también están presentes en los albaricoques: el potasio, el magnesio, el manganeso, el hierro y el zinc son una pequeña pero preciosa adición a nuestra dieta y cuentan con maravillosas propiedades tónicas y reconstituyentes.
Datos nutricionales de los albaricoques
El potasio regula la presión arterial y el ritmo cardíaco, reduciendo las cifras de presión arterial alta y previniendo las arritmias, las extrasístoles y las palpitaciones. El magnesio presente en los albaricoques, aunque en cantidad limitada, regula la absorción del calcio y contribuye a tener unos huesos y dientes fuertes y sanos, así como a prevenir la osteoporosis y la artritis. El manganeso es un potente antioxidante, el zinc es bueno para la inmunidad, mientras que el hierro combate la anemia y los síntomas asociados, como la fatiga y la debilidad muscular.
Además de una variedad de vitaminas y minerales esenciales, los albaricoques también contienen trazas de triptófano. Los estudios demuestran que el triptófano regula los niveles de serotonina, lo que no sólo mejora el estado de ánimo, sino que también puede contribuir a la calidad del sueño, mejorando los trastornos del mismo, como el insomnio.
Por último, pero no menos importante, los albaricoques son una fuente relativamente buena de fibra dietética (aproximadamente 2 g de fibra/100 g de fruta), lo que es ideal para cualquier persona que luche por controlar y aliviar el estreñimiento. Una dieta rica en fibra es una forma estupenda de perder algunos kilos de más que no salen y mantener un peso saludable y estable. Si los albaricoques ya no están en temporada o si te apetece probar una textura ligeramente diferente, puedes cambiar a los albaricoques secos, que no sólo son deliciosos, sino también una fuente de excelente nutrición.
Albaricoques frescos frente a secos
Los albaricoques secos concentran mayores cantidades de vitaminas, minerales y antioxidantes esenciales en comparación con los frescos, debido a su menor contenido en agua. Este aspecto nutricional recomienda por sí solo su consumo. Sin embargo, pueden contener dióxido de azufre, E220, un compuesto que se utiliza para prolongar la vida útil de las frutas secas y realzar su color (los albaricoques secos tienen un bonito y brillante color naranja).
Pero el dióxido de azufre puede provocar reacciones alérgicas, a pesar de sus propiedades antimicrobianas, y debe ser evitado por cualquier persona alérgica a él. Si quiere o necesita evitar el dióxido de azufre, opte por los albaricoques secos menos atractivos y de color marrón, pero lea la etiqueta para estar seguro. Ya sean frescos o secos, los albaricoques son increíblemente buenos para nuestra salud y una fuente de varios beneficios maravillosos.