Propiedades y beneficios del Durián
Suave, blanda y maloliente, la fruta del durián (Durio zibethinus) es sin duda un gusto adquirido. Afortunadamente, el durián es mucho más que su característico y maloliente olor, ya que está repleto de potentes antioxidantes, vitaminas, minerales esenciales y fibra dietética.
El durián es una gran adición a cualquier dieta, ya que es una gran fuente de nutrientes esenciales como las vitaminas del grupo B, la vitamina C, el cobre, el manganeso, el magnesio y el potasio, las grasas saludables y la fibra dietética, todos ellos necesarios para mantener una buena salud.
Hay innumerables tipos de durianes y diez veces más cultivares con rasgos específicos, pero sólo uno se ha puesto a la venta en el mercado internacional y es el Durio zibethinus.
✪ Propiedades y Beneficios del Durián

Dependiendo del cultivar, la pulpa puede tener un color que va desde el blanco cremoso hasta el amarillo intenso y el rojo, y es comestible tanto fresca como cocinada en pasteles, tortitas y otros productos horneados.
Cada fruto tiene unas 10 semillas grandes, del tamaño de una almendra. Debido a su particular olor desagradable, no se permite comer durian en instituciones públicas ni en los servicios de transporte público.
Al mismo tiempo, los mercados de Asia rebosan de durianes cuando están en temporada debido a la gran demanda de esta fruta apestosa.
¿Qué aspecto tiene el durián?
El durián es una fruta del tamaño de una sandía (1-3 kg) con una cáscara dura cubierta de grandes espinas.
Dependiendo del cultivar, el color de la cáscara puede variar del verde y el amarillo al marrón.
Su pulpa comestible, cremosa pero apestosa, difiere en cantidad, color, sabor e incluso acritud según cada cultivar en particular.
La carne del durián está dividida en varios segmentos unidos por una cubierta blanca y fibrosa similar a la médula de los cítricos. Cuanto más madura está la fruta, menos fibrosa (más blanda) es la “médula”.
¿A qué huele el durián?
La fruta del durián es realmente apestosa. Su olor se compara a menudo con el de las cebollas podridas, la trementina, la gasolina, los calcetines de gimnasia sucios, las alcantarillas y las cosas muertas.
El olor es tan potente que puede apestar prácticamente todo, desde apartamentos hasta autobuses y estaciones de metro.
Al mismo tiempo, los amantes del durián (y hay muchos) dicen que la fruta también tiene una agradable fragancia almizclada, con un tufillo a alcohol.
Algunos incluso afirman que la fruta tiene un olor dulce, que recuerda a los cítricos demasiado maduros o al melón dulce.
¿A qué sabe el durián?
Para los amantes del durián, la fruta tiene una agradable textura similar a la de las natillas y un sabor rico y ligeramente dulce, parecido al de la almendra, con notas de vainilla, papaya, mango o plátano.
Para los que se están acostumbrando, el durián tiene una textura agradablemente cremosa, a veces fibrosa, y un sabor a vainilla y piña con toques de ajo y un regusto acre a cebolla podrida.
Por último, pero no por ello menos importante, los que se han rendido por completo dicen que la fruta huele como una bolsa de basura podrida, con una textura blanda o similar a la mantequilla y un sabor a queso mohoso y cebolla podrida.
Al final, el durián es un sabor adquirido y la percepción individual del gusto, las preferencias dietéticas, la elección del cultivar o el estado de maduración pueden influir mucho en la experiencia.
¿Para qué es bueno el durián?
El consumo moderado de durianes puede aportar grandes beneficios para la salud.
Lea a continuación y descubra los 8 datos nutricionales y los efectos sobre la salud más destacados de esta fruta:
Gran fuente de magnesio y potasio:
Por cada 100 g de fruta, el durián tiene aproximadamente el 8% de la CDR de magnesio y el 9% de la CDR de potasio. El magnesio favorece la salud y la actividad muscular, regulando los impulsos eléctricos que dictan las contracciones rítmicas de los músculos, como el del corazón.
El potasio regula el equilibrio de los líquidos y evita la retención de agua, función que contribuye indirectamente a regular los niveles de presión arterial.
Tiene propiedades para reducir el colesterol:
A menos que se coma en grandes cantidades, el durián ejerce una acción beneficiosa para la salud cardiovascular.
Al ser una fuente más que generosa de fibra dietética (3,8 g), impide que los intestinos absorban todas las grasas de los alimentos que ingerimos, contribuyendo indirectamente a reducir los niveles de colesterol LDL (malo) y de triglicéridos.
Alivia el estreñimiento y contribuye a la salud del colon:
Con 3,8 g de fibra dietética por 100 g de fruta, el durián ayuda a regular los movimientos intestinales y a aliviar el estreñimiento de forma natural.
Además, al reducir el tiempo de tránsito, la fibra dietética limita el tiempo que nuestro colon está expuesto a las toxinas de nuestros movimientos intestinales, protegiendo así la mucosa del colon.
Por su contenido en fibra, también es un buen alimento para las hemorroides.
Buena fuente de vitaminas B:
Se ha descubierto que la fruta del durián es una buena fuente de vitaminas B esenciales, como la piridoxina o vitamina B6 (24% de las necesidades diarias medias), la tiamina o vitamina B1 (31%), la riboflavina o vitamina B2 (15%) y el folato o vitamina B9 (9%).
Las vitaminas del grupo B ayudan a convertir macronutrientes como los hidratos de carbono, las grasas y las proteínas en energía para alimentar nuestro cuerpo, apoyar la función cerebral y la digestión.
Buena fuente de cobre y manganeso:
100 g de durian aportan aproximadamente el 23% de la CDR de cobre y el 14% de la CDR de manganeso.
El cobre favorece el crecimiento y el desarrollo normales, contribuye a la formación del tejido conjuntivo y tiene propiedades antibacterianas y antienvejecimiento (previene el encanecimiento prematuro del cabello).
El manganeso es un potente antioxidante con beneficios relacionados con la fertilidad, la tiroides y la salud ósea.
Buena fuente de vitamina C:
Con un 33% de la dosis diaria recomendada de vitamina C, el durián ayuda a mejorar la respuesta inmunitaria, asegurando que el cuerpo esté mejor preparado para hacer frente a las infecciones víricas o bacterianas.
Además, la vitamina es un excelente antioxidante y antiinflamatorio natural, ideal para la prevención de enfermedades crónicas.
Rico en potentes antioxidantes:
Según un estudio publicado en 2008 en el International Journal of Food Sciences and Nutrition, los frutos del durián son ricos en potentes antioxidantes en forma de polifenoles (ácido gálico), flavonoides (catequina) y antocianinas (cianidina-3-glucósido), ácido cafeico y el flavonol quercetina.
Se ha demostrado que los antioxidantes como el ácido cafeico inhiben con éxito el crecimiento de las células cancerosas en cultivos de laboratorio.
Aumenta los niveles de energía:
Los durianes son una gran fuente de nutrientes esenciales, como las vitaminas del grupo B y los minerales dietéticos, y tienen un generoso valor energético (147 kcal).
Por ello, son saciantes y nutritivos, y proporcionan energía suficiente para las actividades diarias.
Aunque añadir un alimento nutritivo más, como el durián, a la dieta diaria puede ayudar a aumentar la ingesta de nutrientes durante el embarazo, no hay ninguna investigación que demuestre que el durián sea imprescindible para las mujeres embarazadas.
Sin embargo, con 147 kcal/100 g de pulpa, el durián se considera una fruta grasa, por lo que consumirlo con moderación es fundamental para mantener una buena salud.
Además, recuerde que el contenido de azufre de la fruta puede inhibir una enzima del hígado responsable de la eliminación de toxinas; por ello, no se recomienda combinar el durián con alcohol, ya que puede provocar malestar. Pero, tranquilos, los estudios dicen que no es un peligro para la vida.
En este sentido, vea también las razones para no comer demasiado durian.
Por lo demás, el durián es saciante y nutritivo, por lo que es un buen complemento para cualquier dieta, siempre y cuando se pueda soportar el olor y los eructos con aroma a durián que puedan producirse.