Propiedades y beneficios de las Avellanas
Crujientes y llenas de sabor, a las avellanas se les atribuyen algunas propiedades y beneficios para la salud sorprendentes. La miríada de nutrientes, antioxidantes y ácidos grasos que se encuentran en cantidades más que generosas en las avellanas las convierte en uno de los alimentos más saludables del mundo. Se cree que el consumo regular de avellanas, preferentemente crudas, ayuda a mejorar la salud en general, y también a aumentar la duración de la vida debido a la mayor ingesta de casi todas las vitaminas y minerales esenciales.
Podemos consumirlas crudas o darnos un capricho con una o dos raciones de chocolate negro con avellanas rico en cacao; en cualquier caso, las avellanas son una forma maravillosa de mantenernos sanos y felices.
Contienen cantidades impresionantes de minerales dietéticos esenciales, como el cobre y el manganeso, pero también hierro, magnesio y fósforo, por no mencionar los grandes niveles de vitaminas del grupo B y mucha vitamina E.
✪ Beneficios de las avellanas

¿Qué aspecto tienen las avellanas?
Los granos de avellana están contenidos en una cáscara pequeña, ovalada a redonda y dura. La cáscara tiene un hermoso color amarillo-marrón, a veces rojo, muy similar al color de la piel de la cebolla. La almendra es el premio del avellano: este interior crujiente y sabroso está lleno de minerales, vitaminas, antioxidantes y fibra.
¿A qué saben las avellanas?
En general, el sabor de las avellanas es rico, intensamente a nuez, con una textura cremosa y suaves notas de sabor a grasa. Las avellanas se consumen mejor crudas y sin sal. Las avellanas fritas y saladas pueden ser una fuente de efectos secundarios con el tiempo como resultado de los aceites de fritura y la sal añadida.
Datos nutricionales y beneficios de las avellanas
Las avellanas son también una increíble fuente de energía, gracias a su alto contenido en grasa: alrededor del 60,5%, con un 82,8% de ácido oleico y un 8,9% de ácido linoleico. En pocas palabras, son ricas en ácidos grasos insaturados, esenciales para el buen funcionamiento de todo el organismo.
Por ejemplo, el consumo de alimentos ricos en ácidos grasos esenciales, como las avellanas, puede ayudar a reducir la presión arterial y los niveles de colesterol, reduce el riesgo de derrame cerebral e infarto de miocardio y favorece la actividad del sistema nervioso.
Además, las avellanas son ricas en vitamina E, un potente antioxidante. Sólo 100 g de granos frescos proporcionan el 100% de la ingesta diaria recomendada de esta vitamina, que ofrece protección contra las enfermedades coronarias y el cáncer, según los estudios realizados.
Además, debido a su alto contenido en vitamina E, las avellanas son un buen alimento para tener una piel bonita y radiante. Y lo que es más importante, la vitamina E combate la sequedad de la piel ayudando a las células cutáneas a retener la humedad y ejerce efectos antienvejecimiento al contrarrestar los efectos dañinos de los radicales libres.
Las avellanas también contienen beta-sitosterol, un esterol vegetal natural conocido por reducir los niveles de colesterol y proteger contra distintas formas de cáncer, como el de mama, colon y próstata. El beta-sitosterol es actualmente objeto de intensos estudios porque se cree que puede detener eficazmente el crecimiento de los tumores e inducir la muerte celular programada (apoptosis) en las células cancerosas.
Muy importante: las avellanas son una increíble fuente de minerales dietéticos. Los minerales dietéticos desempeñan funciones corporales esenciales, aumentan la absorción de nutrientes, regulan los fluidos corporales, previenen la fatiga, los mareos, la irritabilidad, combaten el estrés y aseguran un estado de bienestar general. 100 g de granos de avellana frescos, por ejemplo, proporcionan casi la mitad de la ingesta diaria recomendada de magnesio, uno de los minerales más beneficiosos para el corazón que existen.
El magnesio no sólo favorece la actividad muscular, la del corazón incluida, sino que también optimiza la absorción del calcio y del potasio para mejorar la salud cardiovascular y el funcionamiento del sistema nervioso. Las avellanas también son una buena fuente de calcio y potasio.
El calcio ayuda a fortalecer los huesos, mientras que el potasio regula tanto las cifras de presión arterial como el nivel de líquidos corporales, ayudando a corregir la retención de líquidos y la hinchazón.
Además, las avellanas aportan el 268% de la IDR de manganeso y el 59% de la IDR de hierro. El manganeso es un potente antioxidante-vitamina, mientras que el hierro previene la anemia. Pero lo más importante es que son ricos en cobre: el 192% de la IDR. El cobre tiene muchos beneficios increíbles para la salud.
Por ejemplo, es esencial para la salud de los tejidos y la buena visión. También tiene efectos antiinflamatorios y puede aliviar el dolor de la artritis. Puede prevenir el encanecimiento prematuro del cabello, así como el envejecimiento prematuro.
Además, el cobre es un cofactor en numerosos procesos enzimáticos y puede contribuir eficazmente a la cognición. Piénsalo: sólo una ración de avellanas puede contribuir a una serie de funciones corporales y mejorar considerablemente tu salud.
Las avellanas son también una gran fuente de proteínas y fibra dietética. La fibra dietética es un remedio maravilloso y natural para el estreñimiento: comer una porción de avellanas cada día reducirá tanto el esfuerzo como el tiempo que se pasa en el baño, lo que hace que también sea un buen alimento para las hemorroides. Descubra más sobre los alimentos que debe comer y evitar para las hemorroides.
Además, ¿te has preguntado alguna vez por qué siempre te sientes algo animado después de comer un puñado de avellanas? La respuesta es sencilla: las avellanas contienen generosas cantidades de vitaminas del grupo B. El folato, la niacina, la tiamina, la riboflavina, la piridoxina y el ácido pantoténico combaten la fatiga mental y física y aumentan los niveles de energía, además de favorecer la actividad del sistema nervioso y promover la salud de la piel.
Las avellanas son una combinación sorprendente de vitaminas, minerales, proteínas, fibra y ácidos grasos, y pueden satisfacer casi todas nuestras necesidades dietéticas. A decir verdad, todos los frutos secos tienen una asombrosa concentración de nutrientes y fitoquímicos con potentes efectos antioxidantes.
Así pues, si es usted alérgico a las avellanas, las nueces, las castañas, etc., no debe preocuparse: puede comer frutos secos o semillas como las de sésamo o las de amapola, que son tan ricas y saludables como cualquier variedad de fruto seco.
Efectos secundarios de las avellanas
Antes de consumir avellanas por primera vez, o cualquier tipo de fruto seco en realidad, lo mejor sería someterse a una prueba de punción cutánea, especialmente si tiene otras alergias a los frutos secos o múltiples alergias alimentarias. Esta sencilla prueba puede ser realizada fácilmente por un alergólogo especializado y puede revelar su reacción a los alérgenos más comunes. Las hierbas, los frutos secos e incluso varias frutas y verduras pueden desencadenar reacciones alérgicas en personas especialmente sensibles y pueden provocar resultados potencialmente mortales, como un shock anafiláctico.