Propiedades y beneficios del Anís

El anís (Pimpinella anisum), una especia y planta medicinal muy popular en el pasado, es una hierba aromática que se cultivó por primera vez en el antiguo Egipto y que se utilizaba principalmente para dar sabor a los alimentos. Pero lo más importante es que los mismos compuestos químicos naturales que dan a las semillas de anís su rico sabor han demostrado tener una acción beneficiosa para la salud humana.

Las semillas de anís se utilizaban antiguamente para el tratamiento y la gestión de diversas afecciones, dolencias y trastornos médicos, sobre todo en el ámbito gastrointestinal.

La planta tiene propiedades antioxidantes, antibacterianas, antifúngicas, ligeramente analgésicas, diuréticas, hipoglucémicas y carminativas, y se cree que tiene un efecto relajante sobre los músculos, ayudando a reducir el dolor asociado a espasmos como los cólicos. Las propiedades y los beneficios para la salud del anís son el resultado de sus componentes químicos y polifenólicos, compuestos que se encuentran de forma natural en la planta, en sus semillas y en el aceite esencial derivado y que generan una acción beneficiosa para nuestra salud.


✪ Beneficios del anís

Propiedades y beneficios del anis

¿Qué aspecto tiene el anís?

En primer lugar, es importante distinguir claramente entre el anís (o anís) y el anís estrellado (o semilla de anís estrellado), dos especias y plantas herbáceas diferentes que comparten usos y propiedades medicinales. El anís (Pimpinella anisum) es una planta aromática con flores originaria de la cuenca mediterránea y del suroeste de Asia.

Puede alcanzar un metro de altura y tiene unas hermosas y plumosas hojas verdes y unas diminutas y hermosas flores blancas agrupadas en racimos en forma de paraguas, de ahí su gran parecido con la milenrama. El fruto de la planta del anís, también llamado anís, anís o semilla de anís, es una diminuta semilla verdosa de 3 a 6 mm de longitud que se vuelve marrón cuando se seca.

¿A qué sabe y huele el anís?

Las semillas de anís tienen un sabor algo similar al del anís estrellado, el regaliz o las semillas de hinojo. Esto se debe a que todas las plantas comparten ciertos componentes aromáticos naturales, el más notable de los cuales es el anetol. El anís no tiene realmente un sabor propio (no es picante, ni dulce, ni amargo), sino que tiene un claro aroma a regaliz. Por ello, es un sabor adquirido (véase el mapa de hierbas y especias).

Los componentes químicos que dan al anís su sabor son: trans-anetol (hasta el 90% del contenido de aceite esencial), estragol, beta cariofileno, cetona de anís, limoneno, alfa-pineno, anisealdehído, cresol, miristicina, terpenos, etc.

Otros compuestos relevantes para la salud en la planta y su aceite esencial son las cumarinas, los poliacetilenos, los hidrocarburos terpénicos, los polienos, la umbeliferona, el metil-eugenol, sin olvidar los ácidos grasos (ácido oleico, ácido palmítico). (Screening of antioxidant and antimicrobial activities of anise (Pimpinella anisum L.) (Composición química y efecto antifúngico del aceite de frutos de anís (Pimpinella anisum L.) en la fase de maduración). ¿Por qué es importante conocer estos compuestos? Porque son los que generan los beneficios para la salud por los que es famoso el anís.

Beneficios y usos del anís

A continuación te presentamos 7 notables propiedades, usos y beneficios del anís para la salud:

1) Útil para los problemas gastrointestinales
Las semillas de anís se han utilizado tradicionalmente para tratar la indigestión, aliviar el dolor de los cólicos, las flatulencias e incluso las náuseas. Investigaciones más recientes revelan que la planta puede incluso proteger contra las úlceras gástricas (fuente). El té de anís, elaborado con las semillas frescas o secas molidas, puede utilizarse con los mismos fines.

2) Tiene acción antimicrobiana
El anetol, principal componente del anís y del aceite esencial de anís, es un potente agente natural antibacteriano, antimicótico y antiviral. Se ha demostrado que los extractos de agua y metanol del anís, así como el aceite esencial de anís simple, inhiben la actividad de bacterias, mohos y levaduras como Salmonella enterica, Saccharomyces cerevisiae, Candida albicans, Staphylococcus aureus, Streptococcus pyogenes y Klebsiella pneumoniae.

Estos son algunos de los patógenos que pueden infectar fácilmente tanto a nosotros como a nuestros alimentos y engendrar graves problemas de salud. Los extractos de anís y su aceite esencial son bastante eficaces contra todos ellos, de ahí su uso en preparados para el resfriado común, jarabes para la tos, expectorantes, etc. (Actividad antibacteriana in vitro de los extractos de frutos de Pimpinella anisum contra algunas bacterias patógenas)

3) Efecto diurético y laxante suave
Un estudio clínico realizado en 20 pacientes que padecían estreñimiento crónico reveló que el anís y su aceite esencial derivado tienen un pronunciado efecto laxante y pueden reducir el tiempo de tránsito, aumentar el número de deposiciones diarias y mejorar la función intestinal general sin efectos secundarios notables. El té elaborado con semillas de anís frescas o secas tiene propiedades diuréticas suaves, que favorecen la función renal y promueven la salud del riñón, además de ser beneficioso para las hemorroides gracias a su marcado efecto laxante.

4) Presenta una actividad antiinflamatoria y analgésica
Un estudio indio reveló que el aceite esencial de anís tiene notables efectos antiinflamatorios y analgésicos, siendo su efecto comparable al de la aspirina (Analgesic effect of Pimpinella anisum L. essential oil extract in mice) (Evaluación de la actividad analgésica y antiinflamatoria del extracto de aceite fijo de Pimpinella anisum). Resultados similares podrían explicar por qué la planta y su aceite esencial derivado ayudan a aliviar el dolor abdominal.

5) Ofrece protección antioxidante
Se ha descubierto que las semillas de anís, el aceite esencial y varios extractos presentan una buena actividad antioxidante y protegen las células y el ADN contra la acción dañina de las moléculas de los radicales libres, como el superóxido o el óxido nítrico. Al garantizar la actividad normal de las células, los antioxidantes nos protegen contra las perturbaciones que pueden hacer que las células se vuelvan locas, vivan indefinidamente y produzcan más de su tipo, un proceso que a menudo da lugar a tumores malignos.

6) Expectorante y carminativo natural
El anís y su aceite esencial derivado, así como el té de semillas de anís, se han utilizado durante mucho tiempo para el tratamiento y la gestión de los resfriados comunes, la bronquitis u otras infecciones respiratorias. Se cree que la planta es un eficaz expectorante natural con notables propiedades antisépticas.

7) Acción hipoglucemiante y reductora del colesterol.
Un estudio en el que se administró polvo de semillas de anís (o de cilantro) a pacientes diabéticos durante 60 días demostró que el polvo de semillas de anís podía reducir los niveles de azúcar en sangre en ayunas en un 36%, así como los niveles de colesterol y triglicéridos en sangre (Comparación de las semillas de anís y de cilantro en cuanto a las actividades antidiabética, hipolipidémica y antioxidante).

La glucosa en sangre en ayunas es cuando se miden los niveles de azúcar en la sangre después de un período de unas 8 horas sin beber ni comer nada para revelar una evaluación precisa de los niveles de azúcar en la sangre. Esto señala al anís como un excelente agente reductor natural del azúcar en sangre y una futura solución para prevenir y controlar la diabetes de tipo 2.

Efectos secundarios y contraindicaciones del anís

Aunque es seguro, el anís no se recomienda durante el embarazo, ya que puede provocar un aborto. Además, también puede provocar reacciones alérgicas como erupciones cutáneas, problemas gastrointestinales o incluso problemas respiratorios en personas especialmente sensibles. El aceite esencial de anís, en particular, puede irritar la piel hasta el punto de provocar pequeñas ampollas y, si se consume incluso en pequeñas cantidades, puede provocar vómitos, edema pulmonar y convulsiones.