Propiedades y beneficios de la Alcachofa
La alcachofa (Cynara scolymus) es una hortaliza con abundantes beneficios para la salud. Aunque sólo recientemente ha llamado la atención de la comunidad científica, se cree que la alcachofa es un alimento increíblemente saludable que puede favorecer los procesos de digestión y reducir los niveles de colesterol.
El sabor amargo de la hortaliza es indicativo de la cinarina, un compuesto natural conocido por favorecer la actividad de la vesícula biliar y estimular la producción de ácidos biliares para mejorar la digestión. Las investigaciones demuestran que la silimarina, un compuesto de las alcachofas, tiene propiedades hepatoprotectoras y presenta una actividad anticancerígena en respuesta a las células del cáncer de piel.
✪ Beneficios y usos de las alcachofas
Comer alcachofas estimula la liberación de bilis de la vesícula biliar que, a su vez, ayuda a descomponer las grasas, contribuyendo a una mejor digestión. Además, esta verdura es una excelente fuente de fibra, ya que aporta 5,4 g de fibra dietética por cada 100 g.
La fibra dietética se une a las grasas y limita su absorción a nivel intestinal. Cuantas menos grasas de los alimentos absorban nuestros intestinos, menor será el colesterol. Además, la fibra aporta volumen a las heces y estimula la motilidad intestinal, contribuyendo a una evacuación más regular y fácil y a aliviar el estreñimiento.
Al ser una gran fuente de fibra, la alcachofa favorece la salud del colon. Dado que retiene el agua y añade volumen a las heces, la fibra facilita la evacuación intestinal, reduciendo el tiempo en que nuestro colon está expuesto a las toxinas del material de desecho. Y cuanto menos expuesto esté el colon a los desechos, más sano estará.
Las investigaciones indican que un consumo suficiente de fibra puede reducir los riesgos de desarrollar cáncer de colon. Además, al aliviar el estreñimiento de forma natural, las alcachofas son un buen alimento para quienes tienen hemorroides.
Como limita la absorción de las grasas y sacia sin aportar calorías, la fibra favorece la pérdida de peso. Comer alimentos como la alcachofa puede ayudar a reducir la grasa del vientre. A partir de 2016, las nuevas directrices dietéticas recomiendan obtener 28 g de fibra dietética al día de fuentes de alimentos. Al mismo tiempo, la fibra tiene algunos efectos secundarios.
Por ejemplo, una cantidad excesiva puede impedir la absorción de vitaminas y minerales, contribuyendo potencialmente a las deficiencias nutricionales. La moderación es la clave, así que asegúrese de consumir la cantidad justa de fibra para ayudar a reducir los niveles de colesterol, aliviar el estreñimiento, controlar las hemorroides y el peso y promover la salud del colon.

Datos nutricionales de la alcachofa por 100 g
Según la Base de Datos Nacional de Nutrientes de Referencia Estándar, USDA:
Contenido de fibra dietética en las alcachofas:
100 g de alcachofa tienen 5,4 g de fibra dietética
1 alcachofa mediana (menos de 130 g) tiene 6,9 g de fibra dietética
1 alcachofa grande (algo más de 160 g) tiene 8,7 g de fibra
Macronutrientes por 100 g de alcachofa
Valor energético 47 kilocalorías (kcal)
Proteínas: 3,27 g
Grasa: 0,15 g
Hidratos de carbono 10.5 g
Azúcares: 1 g
Esto significa que las alcachofas son bajas en calorías y constituyen un alimento ideal para la dieta. El hecho de que tengan más de 3 g de proteínas las recomienda aún más para perder peso y como alimento saludable.
Las proteínas son uno de los tres principales macronutrientes que aportan energía al organismo. Los aminoácidos que componen las proteínas también ayudan a sintetizar los neurotransmisores en el cerebro que regulan el sueño, el apetito y el estado de ánimo y apoyan las funciones cognitivas, especialmente la memoria y el aprendizaje.
Por último, las alcachofas tienen un alto contenido en hidratos de carbono y proporcionan energía rápida al organismo.
Las alcachofas también contienen excelentes cantidades de vitamina B9, aportando aproximadamente 68 mcg/100 g de verdura fresca, lo que representa alrededor del 17% de la ingesta diaria recomendada. La vitamina B9 (o ácido fólico) desempeña un papel crucial en la síntesis del ADN.
Previene los defectos del tubo neural en los recién nacidos y ayuda a producir glóbulos rojos, evitando la anemia y contrarrestando la fatiga. Por eso es muy importante que las mujeres aumenten su consumo de vitamina B9 antes de concebir y durante el embarazo.
La alcachofa, las lentejas, las espinacas, la col, las judías blancas, rojas y negras son maravillosas fuentes naturales de vitamina B9.
La alcachofa es una verdura aún más sorprendente: 100 g de alcachofa contienen el 20% de la IDR de vitamina C. Los alimentos ricos en vitamina C refuerzan la inmunidad y ayudan al organismo a desarrollar resistencia contra diversos agentes infecciosos de forma natural.
Además, la vitamina C cuenta con increíbles propiedades antioxidantes, ofreciendo protección contra el daño de los radicales libres, con beneficios visibles en el aspecto de la piel.
Este nutriente estimula la síntesis de colágeno y tiene beneficios antienvejecimiento, contrarrestando las arrugas y otros signos de la edad. Sin embargo, la vitamina C es un nutriente muy sensible, especialmente al calor de la cocción.
Si quiere disfrutar de los beneficios de la vitamina C en las alcachofas, debe comerlas crudas.
Al igual que la mayoría de las verduras de hoja verde, las alcachofas son una buena fuente de vitamina K, ya que aportan 14,8 microgramos/100 g. Cumplir con las necesidades diarias puede ayudar a prevenir la pérdida de masa ósea, la calcificación arterial, la mala coagulación de la sangre y a reducir los riesgos de desarrollar Alzheimer.
La alcachofa, junto con otras verduras de hoja verde como las espinacas, la col, el nabo, el brócoli, la lechuga romana y el perejil, son grandes fuentes de vitamina K, pero deben consumirse en cantidades limitadas o evitarse si se corre el riesgo de sufrir coágulos de sangre.
Hable con su médico para saber si es seguro comer alcachofas y otras verduras de hoja verde si está tomando anticoagulantes.
Esta verdura es rica en antioxidantes como la silimarina, el ácido cafeico y el ácido ferúlico. Como antioxidantes, estos compuestos protegen contra el daño causado por los radicales libres y protegen contra las enfermedades crónicas relacionadas con el estrés oxidativo, como el ictus, el cáncer o el Alzheimer.
La silimarina, en particular, tiene unos beneficios impresionantes. La silimarina, que también se encuentra en el cardo mariano, posee fuertes propiedades hepatoprotectoras y se utiliza en las enfermedades hepáticas para promover la regeneración de las células del hígado, reducir la inflamación y detener la proliferación de células tumorales. Las alcachofas parecen ser un buen sustituto de los suplementos de silimarina.
Además, las alcachofas contienen buenas cantidades de cobre, hierro, magnesio, manganeso, fósforo y zinc, lo que las convierte en una gran adición a cualquier dieta.
Las alcachofas son una fuente moderada de magnesio y fósforo para la salud ósea, de cobre y manganeso con propiedades antioxidantes y de hierro para prevenir la anemia y recuperar la vitalidad.
En general, tienen un efecto tónico. Además, las alcachofas son beneficiosas para la digestión y el metabolismo energético gracias a su variado perfil de vitaminas B. Si está pensando en hacer alguna nueva incorporación a su dieta, las alcachofas son una gran opción.