Propiedades y beneficios de los Grelos

Los grelos son las hojas de color verde oscuro del nabo (Brassica rapa). Aunque son bastante amargas si se deja madurar la hortaliza, son extraordinariamente nutritivas. Los grelos son ricos en vitamina C y vitamina K y poseen increíbles propiedades antioxidantes gracias a su alto contenido en luteína y zeaxantina.

Son especialmente buenos para favorecer la coagulación de la sangre, la salud ósea y ocular, el funcionamiento del aparato digestivo y reducir los niveles de inflamación.

Comer grelos es bueno para la vista y aumenta la absorción de calcio en los huesos, lo que se traduce en unos huesos y dientes fuertes y sanos. También es beneficioso para la salud cardiovascular, ya que contribuye a mantener niveles saludables de colesterol en sangre y a controlar el peso.

Al igual que las hojas de mostaza, los grelos van bien con platos de arroz o carne, pero también pueden añadirse a ensaladas calientes de pollo o mezclarse con otras verduras asadas, preferiblemente variedades más dulces para equilibrar su sabor verde amargo y frondoso.

✪ Propiedades y Beneficios de los Grelos

Propiedades y beneficios de los Grelos

Los nabos están disponibles todo el año, pero dada la afinidad de esta hortaliza con el frío, es mejor cosecharlos o comprarlos durante el invierno y la primavera. Los grelos suelen venderse junto con la raíz del nabo (véanse los beneficios de la raíz del nabo).

Para una experiencia culinaria más sabrosa, elija nabos más pequeños y jóvenes, con un follaje verde de aspecto saludable. No compre nabos con hojas amarillas o muy magulladas.

Cuanto más verdes sean las hojas, mejor: los grelos de color verde oscuro son los más ricos en vitaminas y minerales. El inconveniente es su acentuado sabor amargo.

Cómo hacer que los grelos sean menos amargos

¿Cómo se puede quitar parte del amargor de los grelos? En primer lugar, cocine los grelos más maduros en lugar de comerlos crudos. La regla general de las verduras de hoja verde es: cuanto más viejas/grandes son las hojas, más preñado y a menudo amargo es su sabor.

En segundo lugar, cambia la primera tanda de agua al hervirlos. Al tirar el agua en la que herviste los grelos por primera vez, también desechas los compuestos amargos que la verdura exudó durante el proceso de ebullición.

Tenga en cuenta que también puede perder algunos nutrientes, ya que las vitaminas hidrosolubles (vitaminas B y C) y los minerales tienden a filtrarse en el agua de cocción.

¿Qué beneficios aportan los grelos?

Al ser de color verde oscuro, las hojas de nabo son una gran fuente de provitamina A en forma del antioxidante betacaroteno (50% de las necesidades diarias). El betacaroteno es un pigmento natural responsable de los colores anaranjados de la calabaza y las zanahorias, e incluso del amarillo anaranjado de las hojas otoñales.

El cuerpo lo convierte en vitamina A utilizando las grasas de nuestra dieta. La mayoría de las verduras de hoja verde son ricas en este antioxidante, como los grelos, las hojas de remolacha, las berzas, las hojas de mostaza, las acelgas, el perejil y los berros, entre otras.

El alto contenido de betacaroteno de los grelos los hace ideales para la salud ocular. El betacaroteno no sólo posee actividad provitamínica A, lo que significa que se convierte en vitamina A en el organismo, sino que también tiene una fuerte actividad antioxidante, protegiendo la retina del ojo de los daños causados por los radicales libres de la luz azul.

Al igual que la vitamina A, se cree que este famoso caroteno ofrece protección contra el cáncer de pulmón en los fumadores pasivos, especialmente gracias a sus propiedades antioxidantes y de refuerzo del sistema inmunitario.

La luteína y la zeaxantina (alrededor del 40% de la CDR, ingesta diaria recomendada) son precursores de la vitamina A con una potente actividad antioxidante. Contribuyen enormemente a la salud ocular y ayudan a prevenir la degeneración macular o pérdida de visión central debida a la edad.

Las investigaciones demuestran que tanto la luteína como la zeaxantina se acumulan en la retina y en una zona denominada mácula lútea, donde ejercen una acción similar a la de un escudo, bloqueando los radicales libres de la luz e impidiendo que produzcan ningún daño.

Los grelos son especialmente ricos en vitamina K y contienen 3 veces más calcio que la raíz del nabo. La vitamina K de los grelos aumenta la absorción de calcio en los huesos y contribuye a fortalecerlos. Comer grelos favorece también la salud de los dientes debido al alto contenido tanto de vitamina K como de calcio.

Sin embargo, como la vitamina favorece la coagulación de la sangre, si está tomando medicación anticoagulante, es importante que hable con su médico sobre la cantidad de verduras de hoja verde que puede consumir sin peligro.

En general, comer grelos es bueno para la salud cardiovascular. La vitamina K hace que el calcio se deposite en los huesos y no en las paredes de las arterias (o articulaciones), evitando así la aterosclerosis, enfermedad en la que los depósitos de las paredes arteriales se rompen y pasan al torrente sanguíneo, provocando posibles obstrucciones potencialmente mortales.

Otros beneficios significativos para la salud de los grelos, relacionados con su alto contenido en vitamina K (350% de la IDR) son: prevención de la pérdida de sangre y actividad antiinflamatoria. La vitamina K es importante para la coagulación de la sangre y reduce los niveles de interleucina-6, una proteína que se cree que causa inflamación y enfermedades crónicas relacionadas (cardiopatías coronarias, cáncer).

Por último, pero no por ello menos importante, los grelos son una gran fuente de vitamina C, ya que aportan aproximadamente 1/3 de la ingesta diaria recomendada para prevenir una carencia.

Esto significa que su consumo regular favorece la producción de colágeno, proporciona protección antioxidante, ayuda a reducir la inflamación y aumenta la respuesta natural del organismo a las infecciones bacterianas.

Los alimentos ricos en vitamina C, como los grelos, ayudan a prevenir la flacidez de la piel y a mantener la integridad de los vasos sanguíneos como resultado del aumento de la producción de colágeno.

Conclusión

Como las hojas más oscuras y amargas son las más sanas, es posible que tenga que cocinar los grelos para hacerlos más apetecibles, a menos que le guste el sabor de las verduras de hoja verde amargas.

Puede combinarlos con otros miembros de la familia Brassica, como la col rizada, las hojas de mostaza o las espinacas, saltearlos, condimentarlos, añadir pechuga de pollo en dados, semillas de girasol o de sésamo y aceite de oliva como aliño saludable para ensaladas, de modo que estos vegetales de hoja verde resulten apetitosos e increíblemente nutritivos.

Otra idea sería acompañar los grelos con arroz. También puede convertir los grelos en rellenos de repostería, ingredientes para pizzas o añadirlos a guisos.

Sin embargo, recuerde que el calor de la cocción destruye las vitaminas, ya que 10 minutos de ebullición regular reducen el contenido de ciertas vitaminas hasta en un 30% o 50%, especialmente la vitamina C.

En general, teniendo en cuenta que los grelos están repletos de vitaminas y minerales y son extremadamente bajos en calorías (20 kcal/100 g), siguen siendo una gran opción para una dieta sana y son muy favorables para la figura.